Sociólogo francés que vive entre 1930 y 2002. Su obra se da en dos periodos:
· La Europa de la posguerra y su reconstrucción, el París del existencialismo, la guerra de Argelia, las revuelas estudiantiles de los sesenta.
· La desregulación y el retorno de los mercados de los ochenta, los movimientos antiglobalización de los noventa.
Su aportación principal es la Teoría de la reproducción que consiste en la importancia de la educación en el capital cultural que surge de la reproducción social y cultural pues de ahí surgen las bases educativas cuya clave del éxito está en la escuela.
Asimismo, se fundamenta en la teoría de la violencia y el poder argumentando que “como todo lo simbólico en el ser, se encuentra en todos lados de lo social. Tanto los excluidos totales como los que desean competir por los bienes de determinado campo, están obligados a reconocer que los medios con los que los dominantes ya cuentan son los aceptados. Ya que un campo sólo puede funcionar si encuentra individuos socialmente predispuestos a comportarse como agentes responsables, es decir que luchen por ganar y por conseguir los beneficios que este les propone. Cuando existen sujetos predispuestos, por causas innumerables, la reproducción y la dominación están siempre aseguradas. Es así como se reproducen lo social y por lo que, fuera de posiciones ideológicas, es tan compleja la trasformación social. Sobre todo si la propuesta renovadora, casi escatológica, ubica su epistemología tan lejos de los problemas simbólicos”. Y la teoría de la práctica diciendo que es el habitus lo que define a la sociedad, se entiende el conjunto de esquemas generativos a partir de los cuales los sujetos perciben el mundo y actúan en él.
Su fundamento es todo el poder de violencia simbólica, es decir, todo poder que logra imponer significaciones e imponerlas como legítimas disimilando las relaciones de fuerza en que se funda su propia fuerza, añade su fuerza propia, es decir, propiamente simbólica, a esas relaciones simbólicas.
El papel de alumno es el dominado por cuestiones pedagógicas. El maestro es la autoridad máxima con su papel dominante puesto que aprender implica adquirir un nuevo hábito.
En el salón de clases habría que llevar un constante reglamento según las necesidades del grupo para que se forme el hábito y no tenga que ser más una regla.
Su obra principal es “La reproducción: elementos para una teoría de la enseñanza”.
INTERESANTE
ResponderEliminar